viernes, 26 de febrero de 2010

Recetas para hacer una telenovela


No es ninguna novedad que todas las novelas cuentan la misma historia, lo que cambia un poco es el contexto, los actores y el tiempo en el que trascurre la historia. Pero desde cenicienta en adelante todas las novelas son iguales tanto en Europa occidental como en America.

Ella siempre es pobre, bella y muy boluda. Él es rico, hermoso y mujeriego. Pero cuando descubre a la muchacha entre la servidumbre, pierde la cabeza y no puede dejar de pensar en ella.

Hasta acá hay alguna similitud con la realidad. ¿Qué adolescente no fantaseo con la empleada? Toda mujer tiene su encanto y los hombres tienen el ojo entrenado para encontrarlo e inmediatamente imaginarte en pelotas.

Volviendo a la ficción, actualmente él no es príncipe y si de belleza hablamos, en Argentina, los galanes suelen estar baqueteados, gordos, canosos y cincuentones. Además sabemos, mujeres, que el azul se destiñó hace rato, si es que alguna ves fue azul.

Hoy los protagonistas de las novelas son empresarios que manejan autos de moda, dueños de una mega empresa que heredaron de su padre pero nunca se los ve trabajar. La vida gira alrededor de los problemas de pollera, nunca un juicio laboral, una inspección de la AFIP, una asamblea, despidos masivos por culpa de la crisis internacional. Eso si, es condición sine qua non ser acartonado y muy mal actor pero saber besar apasionadamente para tener un papel en estas novelas.

Los buenos siempre son buenos y mas que buenos son boludos. Los malos, son muy malos pero mucho más divertidos, hacen todo lo que nosotros quisiéramos hacer y no nos animamos, o si... Estos son malos en serio y capaces de lograr sus objetivos a cualquier precio, desde fingir embarazos, enfermedades, muertes que no son tal, nunca falta una ciega.

Toda novela que se jacte de buena, debe tener un paralítico, un embarazo fingido, un muerto que resucita, un accidente en auto de uno de los dos protagonistas y una abuela millonaria que no se sabía que existía.

Los buenos, son pobres, pero no tanto, ninguno tiene problemas de desnutrición, ni son analfabetos, no fuman paco ni otras drogas nocivas, por lo tanto no padecen la desesperación de esas madres queriendo salvar a sus hijos de las drogas y la delincuencia, no conocen el hambre ni las verdaderas miserias de la vida. La “villa” en la que viven es un petit Hotel, bastante humilde, pero sin cucarachas ni telas de arañas y nunca miran Directv.

En cuanto a los estilos de las novelas, unas apelan a la tragedia de amor, otras a la sátira y a la risa. Algunas son tan malas que no se sabe si hay que llorar o reír y generalmente el espectador hace lo contrario a las intenciones de los autores.

De la cortina musical podemos escribir bastante, porque todas son malísimas, la cursilería empalaga al por mayor, viene en envase familiar, nada es rescatable de eso que se dice música, la letra liviana pero empalagosa como gárgara de miel, la música, simple, nunca faltan los arreglos.

Y así se van repitiendo las historias, cambiándole algunas cosillas, pero siempre es lo mismo y mas de lo mismo.

1 comentario:

Polaina dijo...

Estereotipos, como en la publicidad.. sguimos copiando modelitos, no¿


cualquier semejanza con Hollywood y su gran maquina de crear basura... pura coincidencia!!