lunes, 13 de febrero de 2012

Un nuevo socio para el amor

Hace un año que conoci a Eros bebiendo en un bar y desde ese momento mi vida no volvió a ser la misma. La historia de ese personaje tan patético calo en las profundidades de mis entrañas y me hizo reflexionar: “es preferible dormir sola, que desvestir boludos”; eso estaba claro, pero a veces los boludos son divertidos y te hace pasar un buen rato. Pero esa reflexión no era la más importante.

El día que nos despedimos con Cupido, intercambiamos mail. El me dijo que cuando volviera a orinar en mi cabeza, le avise para prestar un poco mas de atención. De más está decir que volvió a usarme de mijitorio y no dude en realizar mi reclamo correspondiente. Es más, amenacé con hablar con sus superiores pero me dijo que él era la máxima autoridad en la materia y como tenia muchísimos años en esto nadie se atrevía a echarlo de la empresa angelical porque la indemnización era demasiado cara.

Estamos en problemas, pensé, porque con ese alcohólico al mando del amor, este no solo será ciego sino desastroso. Ahí comprendí la falta de compromiso, la histeria exacerbada y la promiscuidad desmedida que invade las relaciones actuales. Ojo, cuernos y patas de lana hubo siempre, pero esto ya es un tole tole que no va para ningún lado.

Analizando el escenario decidí hablar con Cupido. Lo cité en un café. Era una buena estrategia, ya que si venía en pedo podía pedir un café cargado y esperar a que se le pase. Era muy serio lo que tenia para decirle. Llegó una hora más tarde de lo acordado pero estaba sobrio. Se sentó y con cara temerosa me preguntó: -“porque me citaste acá y con tanta urgencia. Qué pasó?, Volví a mearte o fue otra cosa que te calló del cielo?”

-No, Cupido, -respondí - bah si, pero ya no me importa, me llovió de todo este ultimo año, pero nada que una buena ducha y un rico perfume no pueda subsanar. De todas maneras te advierto, que estoy hasta el perno (a la coronilla, la pasaste hace rato) de tu problema. Estoy acá para hacerte una propuesta. No estás en condiciones de seguir esta tarea, necesitas rehabilitación, le estas cagando la vida a la gente. Sos el que más sabe del asunto, pero creo que necesitas vacaciones y nada de París o Venecia, porque volverías mucho mas cursi. te recomiendo que hagas un safari por el África, un año, dos, los que creas conveniente, curá tu estrés y luego retoma el trabajo.

Me miro desconcertado y se quedó pensando. Y me preguntó: “si yo me voy, quien hará mi trabajo?, no hay otro Ángel capacitado para esto. Y no me digas que Gabriel es mejor, porque ese es un envidioso y lo único que sabe hacer es anunciar embarazos no deseados. ¿Imaginate lo que sería si estuviera a cargo del DDA (Departamento del amor)?"

- ¿Y San Valentín? - sugerí yo - ¿él no podría ocupar tu lugar por un tiempo, se suponen que trabajan juntos?.

- No - dijo el gordo con los ojos llenos de horror -, ese solo se lleva los laureles, pero no hace nada, solo quiere que la gente gaste en su día así cobra la comisión por venta en las florerías, bombonerías y casas de peluche. Pero en su vida hizo algo productivo, su única diversión es leer aforismos de José Narosqui y escuchar canciones de Cristian Castro y Arjona, un nabo.

Y de repente su mirada se tranformó, me miró seriamente y me dijo, ¿y si lo haces vos? Podrías hacerlo a tu gusto y combatir desde adentro el romanticismo empalagoso que tanto te molesta. La recompensa no es mala, entrarías contratada, pero si lo haces bien, yo podría pedir que te dejen fija. Además podrías mover los hilos del amor a tu beneficio y sobre todo, dejaría de cagarte. ¿Que me decís?

Yo no salía de mi estupor y titubeando le conteste: "esto es demasiado para mi, además yo no soy un ángel, solo soy una simple mortal preocupada por su futuro sentimental y el del mundo que está en manos de un borracho anónimo. Lo tengo que pensar"…